El pasado viernes 22 de Julio, el Gobierno Colombiano a través de la alta consejería para la reintegración lanzó la campaña “Mambrú no va a la guerra”, que busca concientizar a los ciudadanos colombianos acerca de la necesidad de proteger a los niños, niñas y adolescentes del reclutamiento forzado por parte de grupos al margen de la ley.
En simultanea, se hicieron actividades en 27 ciudades Colombianas, a las 12 del día, algunas se hicieron en plazas públicas, otras en canchas y algunas en Colegios, buscando que la sociedad colombiana, principalmente los padres y los jóvenes estén alerta, para evitar el reclutamiento juvenil.
Bajo un gran despliegue comunicativo alcaldes y el presidente de la república Juan Manuel Santos asumió el compromiso de evitar el reclutamiento y les envió un mensaje a los grupos armados al margen de la ley diciendo que mientras exista el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes no habrá negociación y exigió a los grupos armados, que saquen a los menores de edad del conflicto, todo esto se diò en medio de un ambiente musical y con la compañía de delegados de Naciones Unidas, OIM y personal de la embajada de Estados Unidos en Colombia.
¿Hay compromiso real para evitar el reclutamiento?
Muchos han apoyado la iniciativa, pero otros, incluyéndonos consideramos que esta iniciativa se queda corta, ya que habla de reclutamiento armado por parte de los grupos al margen de la ley (FARC, ELN y Bandas Paramilitares llamadas ahora Bandas emergentes) pero no dice nada del reclutamiento que realiza el ejército nacional a jóvenes y en muchos casos a niños y niñas, utilizándolos como informantes.
Aplaudimos la iniciativa del gobierno nacional y la acompañamos, pero esta campaña contra el reclutamiento debe ser extendida a todos los actores del conflicto, logrando así evitar que jóvenes vallan a combatir obligados, o porque necesitan una libreta militar para poder trabajar o graduarse y no cuenta con los recursos.
Exigimos que el gobierno tome acciones concretas contra el reclutamiento de las fuerzas armadas, que se le exija a los militares que se encuentran en zonas de conflicto no utilizar a los niños y niñas como informantes y que el compromiso de evitar el reclutamiento no sea solo del presidente, sino de alcandes y gobernadores, esperamos que “Manbrù No va a la guerra” no se quede en una sola actividad y hayan compromisos reales.
1 comentario:
Ellos critican lo que practican. Critican a las fuerzas ilegales por el reclutamiento. Pero en la Guajira el ejercito se lleva a los jovenes de las calles a los cuarteles, sin ningun tipo de regla o protocolo.
En Barrancas, La Guajira hoy hace una hora se llevaron varios jovenes
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