En
la madrugada del 26 de mayo, la familia del Qarashe Félix Díaz sufrió
intimidaciones por parte de pobladores no indigenas ( llamados Criollos en Argentina) de la zona de Costa
Alegre, vecinos de la familia Mendoza y Saucedo.
La
compañera del representante de la Comunidad, Amanda Asijak, viéndose en
riesgo junto a familiares, dio aviso a
Gendarmería (Cuerpo policiaco de la zona), que debe garantizar la seguridad e integridad física de la
población, por recomendación de la CIDH, que ha sido acordada con el
estado provincial y nacional. Sin embargo no se hicieron presentes, sino
que se dirigieron a otro sector donde no pasaba nada, como acostumbran a
hacer ante tales avisos, para
luego decir que actúan pero que las denuncias son falsas, garantizando a
los atacantes zona liberada en el sector donde se encuentran.
Estos hechos son frecuentes, y este último ocurre tres días después de cumplirse un año y medio de la represión aún impune que sufrieron, donde fue asesinado Roberto López, siendo aún decenas de víctimas de la represión los únicos imputados por hechos en torno al crimen de estado cometido en esa represión. Tras esos hechos realizaron un acampe por 5 meses en la ciudad de Buenos Aires reclamando por justicia y territorio. Pese a que desde el Estado se comprometieron a generar acciones en pos de la restitución de tierras y cumplimientos de derechos humanos básicos (salud, agua, DNI) que son violados, no se les reconoce ni el derecho a la vida de la población indígena en territorio, ninguno de los acuerdos se cumplieron, ni los derechos humanos e indígenas se hacen efectivos. Por el contrario, los ataques se agravan con la complicidad de las fuerzas destinadas a protegerlos.
Estos hechos son frecuentes, y este último ocurre tres días después de cumplirse un año y medio de la represión aún impune que sufrieron, donde fue asesinado Roberto López, siendo aún decenas de víctimas de la represión los únicos imputados por hechos en torno al crimen de estado cometido en esa represión. Tras esos hechos realizaron un acampe por 5 meses en la ciudad de Buenos Aires reclamando por justicia y territorio. Pese a que desde el Estado se comprometieron a generar acciones en pos de la restitución de tierras y cumplimientos de derechos humanos básicos (salud, agua, DNI) que son violados, no se les reconoce ni el derecho a la vida de la población indígena en territorio, ninguno de los acuerdos se cumplieron, ni los derechos humanos e indígenas se hacen efectivos. Por el contrario, los ataques se agravan con la complicidad de las fuerzas destinadas a protegerlos.
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